Malena Mónaco

Contanos, ¿cómo te llamas y de dónde sos?

Me llamo Malena Mónaco y soy de Buenos Aires.

¿Cómo fue tu primer acercamiento a la fotografía?

Cuando era chica, mi abuelo me regaló una cámara de rollo compacta y la usaba a modo de juego, la llevaba a todos lados y fotografiaba lo que veía en mi casa, los lugares que visitaba y a mis amigos y familiares. Después mi papá me llevaba al laboratorio y esperábamos en un café que esté listo el revelado junto con el álbum de las fotos impresas.

¿Qué encontrás de interesante en la fotografía?

Para mí es la posibilidad de manipular el tiempo y poder tomar el control sobre algo tan vertiginoso como su paso que es arrasador. Es la chance de apropiarme de los momentos, de hacerme más presente, de encontrar composiciones y mirar desde distintos ángulos todo eso que habita mis días.


¿Por qué preferís el formato analógico? ¿Qué lo hace especial para vos?

Me permite darle lugar a la sorpresa: los resultados pueden ser distintos a los que creí mirando a través del visor, pueden ser gratos pero también pueden ser un tanto frustrantes. Es un medio en el que me permito fallar y confundirme. También desafiarme a tener que elegir 36 opciones de registro como mucho, a seleccionar qué de todo me parece más relevante para que quede plasmado.

¿Qué tipo de cámara solés utilizar?

Mi cámara es una Canon AE1.


¿Qué tipo de película y por qué?

Uso películas color Kodak siempre, porque mi interés insiste en que quede representado eso que vi prácticamente tal cual a su momento original. Intento que la manipulación que hago sobre las fotos sea el recorte de su entorno, pero no mucho más que eso, para poder volverme lo más invisible posible y simplemente evidenciar. Además de que en la vida cotidiana se forman paletas de colores que me resultan tan interesantes como insólitas.


¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?

Estoy armando un taller de fotografía actualmente que está relacionado al cine y a la literatura en conjunto con otra fotógrafa y amiga Julia Russo Martinez.

Compartí un tip o truco para obtener mejores fotos.

No pensar tanto en la técnica o en hallar el encuadre perfecto, es preferible sacrificar todo eso ante un momento que es fugaz y está por desaparecer. Dejar que el dedo se encargue de pulsar el disparador de forma instintiva y confiar.


¿Alguna recomendación para quienes recién se están adentrando en el mundo de la fotografía analógica?

Para encontrar una forma de mirar que tenga que ver conmigo, a mí me motorizó precisamente mirar. Mirar las fotografías hechas por otrxs fotógrafxs, adoptar referentes, nutrirme de otras disciplinas como mirar películas y leer libros para imaginar mundos visuales propios.

¿Qué futuro le ves a la fotografía analógica?

Hoy en día es muy costoso el ritual analógico, en lo personal saco cada vez menos fotos por eso. Creo que si ya de por sí es un acontecimiento desafiante el hecho de tener que elegir las fotos que permita el rollo sacar, hoy también hay que considerar y pensar detenidamente cuando se puede comprar un rollo y eso conduce a una selección cada vez mayor sobre lo que vemos.


¿Cómo crees que podemos contribuir para seguir manteniendo latente ésta cultura (fotografía analógica) y evitar su desaparición?

Creo que generar encuentros es lo más importante ya sea en ferias o laboratorios abiertos, donde se ponen en común puntos que respectan a lo analógico y a lo increíble que conlleva su proceso. Es necesario construir espacios de recordatorio sobre lo importante que es que en un mundo donde la vorágine de la producción de imágenes es voraz, que algo requiera de su propio tiempo y su proceso es algo valioso y significativo de conservar.

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